‘Desapegarse sin anestesia’, de Walter Riso.

«El apego es el mayor motivo de sufrimiento de la humanidad»

Walter Riso ha dedicado su último trabajo editorial a este concepto que, según él, significa el principal motivo de sufrimiento de la humanidad, hasta el punto que cree que se deberían hacer campañas de prevención durante el ciclo educativo: desde primaria hasta los doctorados. El psicólogo tiene claro que si consideras que algo o alguien en tu vida es indispensable para tu felicidad, tienes un grave problema porque “estás a la sombra de tu amo”. En el libro Desapegarse sin anestesia, Riso señala las necesidades secundarias de las cuales podríamos prescindir para nuestra supervivencia emocional y proporciona claves para enfrentarnos a nuestros apegos. Para el psicólogo, “crear una relación dependiente significa entregar el alma a cambio de obtener un falso placer y seguridad”.

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-¿Cuánto tiempo cree que invertimos en cosas que son absolutamente inútiles?
-El 80% del tiempo, y eso es mucho. Hemos sido educados así y nos cuesta reflexionar bien las cosas antes de hacerlas. Es energía desperdiciada que estamos dedicando a un objeto, a una relación, a un vínculo o a algo que, tarde o temprano, no nos va a servir. Se trata de obtener la máxima proporción entre esfuerzo y beneficio.

-Póngame un ejemplo de cómo podemos malgastar esa energía.
-Hay relaciones de pareja en las que uno de los miembros es muy dependiente del otro aunque a cambio le ofrezca muy poco amor. Esta persona invierte el 80% de su tiempo soportando una relación de mal trato para obtener muy poquito beneficio.

-En su libro asegura que los budistas llaman ignorancia, incluso engaño, a la capacidad de pensar que las cosas no cambian y duran para siempre. ¿Somos nosotros una sociedad ignorante?
-En términos budistas, somos muy ignorantes. Las cosas cambian, se transforman, y eso lo saben bien en las sociedades orientales. Nosotros tenemos muy claro este concepto mentalmente, pero simplemente lo tenemos incorporado automáticamente. En los países orientales te educan con la ley de la impermanencia, de que las cosas se van y no son para siempre, de estar listos para la pérdida.

-¿Y en nuestra sociedad cómo nos ha educado?
– Justo al revés, de manera que no hay nadie que esté preparado para la pérdida. Fíjate que el 80% o el 90% de los libros de crecimiento personal lo que te dicen es que busques tus metas y que no te rindas. Eso es porque aquí la base es la esperanza, mientras que allí es la desesperanza, el aprender a perder. ¿La felicidad está en obtener las cosas, o en necesitar lo menos posible? Tenemos que llegar hasta la felicidad de una maneta más armoniosa, más relajada. Así que nuestra sociedad es ignorante en el sentido de que no aceptamos la pérdida ni la desesperanza.

-Defíname el concepto de apego, según su punto de vista.
-Es un vínculo obsesivo con un objeto, idea o persona que se fundamenta en cuatro creencias falsas: que es permanente, que te va a hacer feliz, que te va a dar seguridad total y que dará sentido a tu vida. Cuando tienes un vínculo de este tipo no estás preparado para la pérdida y no aceptas el desprendimiento.

-¿Qué es lo que una persona pierde cuando se apega a algo o a alguien?
-El apego corrompe, eso te lo dirá cualquier psicólogo que haya estudiado este campo. Para mí, es el principal motivo de sufrimiento en la historia de la humanidad. Si el apego corrompe, pierdes tu dignidad, tu respeto, tus valores más esenciales. También pierdes libertad, y no puedes decidir cómo te vas a mover. Pierdes tranquilidad porque una de las características del apego es el miedo a perder aquello que deseas. Finalmente, pierdes también la alegría. Tu mente está tan metida en invertir recursos que pierde la posibilidad de disfrutar la vida con muchas otras cosas, te absorbe.

-¿El apego es sinónimo de adicción?
-Sí. Yo hago la diferencia entre las adicciones que son aceptadas o están reglamentadas por la psicología y la psiquiatría, y las que no. Por ejemplo: la adicción a la compra está clasificada, pero la adicción a la moda, que está íntimamente relacionada, no está clasificada. Cuando te llega un paciente que está apegado a la moda, necesita un tratamiento que no aparece en ningún libro porque no está clasificado. La gente tiende a llamar apego a las adicciones que no están clasificadas. Hoy me he vestido con un polo con el cocodrilo, pero si me sacan el cocodrilo no me importa en absoluto. Compras algo porque te gusta y viene con marcas, pero eso no quiere decir que pertenezcas a esa familia.

-Si hablamos de adicciones, la gente suele ponerse en alerta. La palabra apego, en cambio, tiene en nuestro país una connotación positiva…
-Es cierto, y es una diferencia lingüística importante. En nuestra cultura, el apego sones la gente que te quiere, que te contempla, que te cuida o te da protección. Pero cuando hablamos de apego en términos como lo planteo en el libro, hablo de adicción. Hablo de apego a situaciones o personas, pero no a sustancias psicoactivas.

-¿Cómo tenemos que manejar las necesidades vitales que todos tenemos para que no acabemos dependiendo de ellas?
-Hay muchas formas. Lo primero es entender que cualquier necesidad es potencialmente susceptible de convertirse en un apego. Incluso necesidades primarias como comer o tomar agua. Te das cuenta de que estás cayendo en eso cuando no puedes controlarlo y empiezas a ver que te hace mucha falta; cuando la necesidad se convierte en algo imprescindible y no eres capaz de decir: si lo tengo bien, y si no, también.

-Te necesito.
-Exactamente. La expresión te necesito habría que sustituirla por la de te prefiero. Cuando tienes una necesidad, tú no eliges, lo que elige es el impulso. Estás de mal humor, estás irritable porque no está el objeto o la persona.

-Te quiero pero no te necesito, ¿es eso? Si es así, nos cargamos la mitad de las parejas hoy mismo…
-Es que es un cambio de mentalidad y de paradigma. Te necesito no, te prefiero. Te necesito es que esa persona es imprescindible y que tú te conviertes en un vacío.

-¿Socialmente, interesa que mantengamos algunos apegos para anularnos como personas?
-Lógico, hay apegos que están bien vistos socialmente. ¿Cuántos políticos crees que van a leer este libro? ¡Pocos! El desapego es una pesadilla para ellos, porque coqueteas con tres cosas: principios, poder y posesión.

-¿Nuestras necesidades son innatas o han sido creadas por la sociedad de consumo?
-Hay necesidades primarias y psicológicas que son innatas. Hay otras que son secundarias, que son aprendidas y que tienen que ver con los deseos.

-¿Desear algo significa estar apegado a ello?
-No necesariamente. El deseo es un placer proyectado en el tiempo y nos hace humanos. Ahora bien, cuando eres incapaz de renunciar al deseo, estás en el apego.

-Habla de deseos peligrosos. ¿Cuáles serían?
-Son los deseos que afectan a tu salud mental o a tu salud física. Hay deseos que de por sí son peligrosos, como el amor, internet o la belleza. Hay otros que no son tan peligrosos, como la espiritualidad. Te pongo un ejemplo: la bondad. ¿A quién se le ocurriría que ser bueno es un deseo peligroso? Aparentemente, no. Lo que pasa es que puede llegar a ser peligroso si te excedes. Si te excedes en ayudar a los demás, más allá de lo que eres capaz de dar, te quemas.

-Me ha sorprendido que en su libro asegure que tenemos que hablar con nuestros deseos. ¡Nos tomarán por locos!
-Hablar con nuestros deseos es simplemente conectarte con el canal del deseo que, en un determinado momento, te está arrastrando. Por eso digo que hay que aprender a hablar con ellos, a retarlos. Conozco a gente que cuando ha tomado la idea se ha inventado su propio método y le ha funcionado muy bien. Lo más importante, aunque parece mentira, no son las estrategias, es ver lo inútil, estúpido o peligroso de algo. Cuando lo ves, automáticamente te retiras.

-Imagino que no hay nadie que no tenga apegos. ¿Para desapegarse de ellos, hay que tener un espíritu rebelde?
-Totalmente. Uno tiene que ser irreverente con ellos. Rebeldía no es salir gritando contra las cosas, es romper el esquema básico en el que estás metido y poner un nuevo paradigma de vida. En ninguno de los manuales que están saliendo ahora para ser feliz te dicen que hay que rebelarse contra las normas. Ser desapegado es, en cierto modo, ser un subversivo del orden establecido. A mí me gusta el concepto de subversión entendida como una rebelión interior.

-¿Cómo podemos saber si alguien es emocionalmente inmaduro?
-Son personas con baja tolerancia al dolor, no lo soportan. Tienen muy poca tolerancia a la frustración, les horroriza que las cosas no sean como ellos quieren que sean. Finalmente, diría que tienen una ilusión de permanencia, piensan que hay cosas que pueden durar para siempre, y una gran vulnerabilidad hacia el placer que hace que no tengan autocontrol.

-¿La crisis económica actual nos servirá para que nos demos cuenta de la energía que estamos perdiendo con cosas superfluas?
-Las crisis ayudan a eso, sin lugar a duda. Las crisis muestran lo superfluo, lo inútil y las necesidades que te habías creado y de las cuales puedes prescindir. Aprender a prescindir de algo o de alguien es muy importante; cuando lo haces, estás con un pie en la liberación. La crisis puede ser un gran terapeuta sin anestesia para los desapegos. Una crisis implica un cambio de valores y hace que las personas aprendan a desprenderse de muchas cosas por las malas.

-Sin anestesia. ¿Desapegarse de algo o de alguien es asumir que el dolor será inevitable?
-Claro. Una persona cambiará un sufrimiento inútil por un sufrimiento útil, que es el del duelo y la pérdida asumida.

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Compilación realizada por Lorena López escritora, traductora, biblioterapeuta, Consultante en Feng shui y Terapeuta en EFT (Técnicas de Liberación emocional).

«La Reina roja» de Juan Gómez-Jurado.

La primera imagen de la novela «Reina Roja» apareció en la cabeza del escritor Juan Gómez-Jurado hace tres años, cuando imaginó a una mujer sola sentada en el suelo, en un piso sin muebles de Madrid. A partir de ese ‘flash’ ha construido una vertiginosa historia y ha bautizado a ese personaje como Antonia Scott.

En una entrevista con Efe, el autor madrileño, con más de seis millones de ejemplares vendidos de anteriores títulos suyos en una cuarentena de países, comenta que es la primera vez que ubica una trama criminal en España porque así se lo pedía este personaje, que no es ni policía ni criminalista, pero que ha resuelto a lo largo de su vida decenas de crímenes.

«El thriller -argumenta- es una metáfora del siglo XXI por sus propias reglas y hasta ahora no me había atrevido a ambientar ninguno en España, porque me daba la sensación de que no iba a tener la capacidad de obtener algo que vibrara con la frecuencia de onda con la que yo vibro, transmitir lo que a mí me gusta del género».

Sin embargo, «cuando apareció Antonia vi que no funcionaba ni en Washington, ni en Jordania, ni en Múnich, ni en Tokio. Tenía que estar en Madrid y me dejé guiar, en contra de mi propia intuición, pero es lo que la novela necesitaba».

En vías de traducción a otras lenguas, Gómez-Jurado avanza que a los editores internacionales «les ha fascinado la ambientación española».

«Hubo un momento en el que estuvieron de moda las novelas de género ambientadas en la nieve, en los países nórdicos. A ver si ahora conseguimos poner de moda el thriller con tortilla de patatas», bromea el autor.

La novela, publicada por Ediciones B, se inicia después de que aparezca en una lujosa mansión de la exclusiva urbanización La Finca, en las afueras de la capital española, el cadáver de un adolescente sobre un sofá, en un salón adornado con un Rothko y dos Miró.

Antonia Scott será requerida por un misterioso personaje llamado Mentor -con resonancias al personaje M de la saga de James Bond- para que empiece a investigar qué ha ocurrido, junto a un policía nacional vasco y homosexual llamado Jon Gutiérrez, que acaba de caer en desgracia por un caso de drogas y prostitución.

Juan Gómez-Jurado no obvia que Scott, nacida en Barcelona, puede provocar en el lector «mucha fascinación y mucho rechazo al mismo tiempo, como ocurre con las personas extremadamente inteligentes y, por ello, necesitaba que hubiera un sherpa, Jon Gutiérrez, que ascendiera hasta sus alturas para que el lector la entendiera».

Como escritor dice que no dudó en subirse sobre los anchos hombros de Gutiérrez, «un tío muy fuerte, muy valiente, pero muy tonto también por lo bueno que es, quien me sirvió de puente para llegar hasta el personaje de Antonia -comenta-, porque tampoco a mí me dejaba entrar en su interior».

Esta pareja de investigadores vivirán a lo largo de las casi 600 páginas del volumen un sinfín de situaciones al límite, siendo Antonia Scott «el raciocinio puro y la matemática, mientras Jon es la ternura, la amabilidad, el sentido de la protección».

A punto de cumplir 41 años, el novelista confiesa que cada vez le «angustia más el mundo»: «Todo me duele más y eso, claro, se vuelca en las páginas de mis libros».

Quizá sea por ello que «Reina Roja» esté llena de «conflictos y recovecos morales como los que se desarrollan entre padres e hijos o entre los poderosos y su propio poder e influencia, que muchas veces es una prisión».

El escritor considera que la trama «está llena de prisiones, pero no son prisiones de cemento y hormigón, sino del alma, del cerebro, de la inteligencia, del poder».

Las personas que aparecen en la obra con un gran poder, sin embargo, «no pueden ejercerlo porque están atados de pies y manos y eso como escritor me resultaba muy interesante, porque cuánto más altas son las apuestas, más alto es el conflicto, y más al borde del asiento está el lector mientas está dentro de la historia».

Juan Gómez-Jurado, cuyo ebook «Cicatriz» fue el más vendido en España en 2016, no esconde que tiene nuevos proyectos literarios, aunque prefiere, de momento, no desvelarlos.

Irene Dalmases

Vuelve el autor español de thriller más leído en todo el mundo

Antonia Scott es una mujer muy especial. Tiene un don que es al mismo tiempo una maldición: una extraordinaria inteligencia. Gracias a ella ha salvado decenas de vidas, pero también lo ha perdido todo. Hoy se parapeta contra el mundo en su piso casi vacío de Lavapiés, del que no piensa volver a salir. Ya no queda nada ahí fuera que le interese lo más mínimo.Resultado de imagen para juan gómez jurado entrevista reina roja

 

El inspector Jon Gutiérrez está acusado de corrupción, suspendido de empleo y sueldo. Es un buen policía metido en un asunto muy feo, y ya no tiene mucho que perder. Por eso acepta la propuesta de un misterioso desconocido: ir a buscar a Antonia y sacarla de su encierro, conseguir que vuelva a hacer lo que fuera que hiciera antes, y el desconocido le ayudará a limpiar su nombre. Un encargo extraño aunque aparentemente fácil.

Pero Jon se dará cuenta en seguida de que con Antonia nada es fácil.

La crítica ha dicho:
«Juan Gómez-Jurado atrapa irremediablemente al lector.»
Booklist

«Respira hondo antes de empezar a leer. No volverás a tener tiempo hasta el final.»
Javier Sierra

«Gómez-Jurado es el mejor escritor de thriller de Europa.»
Gorka Rojo, Zenda

 

 

Compilación realizada por Lorena López, escritora, traductora, biblioterapeta, Consultante en Feng Shui y Terapeuta en EFT ( Técnicas de Liberación emocional).

 

«Las siete claves arcangélicas para ser feliz», de Ariadna Tapia..

Ariadna Tapia lleva más de 18  años en contacto con los ángeles y estudiando sobre ellos.

El 7 diciembre de 1995 tiene su primer contacto con los ángeles y a raíz de este hecho inicia una intensa búsqueda personal e investigación sobre estos mensajeros divinos y posteriormente desarrolla metodologías para que todo aquel que lo deseé logre el contacto con los ángeles.

El trabajo de Ariadna tiene como fundamento que, para comprender la naturaleza angélica, hay que comprender y trabajar al mismo tiempo la naturaleza humana. Con este enfoque ha desarrollado conferencias y talleres basados en un alto grado de contacto y desarrollo humano donde a través de un intenso trabajo personal y grupal se logra alcanzar el contacto con los seres angélicos además de lograr un considerable crecimiento personal. Recibe canalizaciones constantes de los ángeles, mismas que plasma en sus talleres y usualmente en sus conferencias, en las que transmite los mensajes de los ángeles que recibe en ese momento, además de practicar la sanación a través de la canalización de la energía de los Ángeles. Desde hace 8 años coordina la página «Conociendo a los Ángeles» Actualmente escribe la sección «Voz de Ángel» en la revista «Senda de Ángeles».

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Desde su mas tierna edad, Adriana ha tenido maravillosos contactos mentales y espirituales con los Angeles y Arcángeles. nadie como ella para revelarnos estas 7 claves que nos pueden ayudar a comprender como están presentes los Angeles en todos los actus de nuestra vida y como nos guia y nos protegen. En realidad los Angeles son los dedos de dios, El actua a través de ellos .Es muy recomendable que establezcamos una razonable e inteligente relación espiritual con los angeles y arcángeles, nuestros hermanos mayores.

Compilación realizada por Lorena López, escritora, traductora, biblioterapeta, Consultante en Feng Shui y Terapeuta en EFT ( Técnicas de Liberación emocional).

 

 

La primera novela de Marta Carnicero, ‘El cielo según Google’.

Marta Carnicero, en Barcelona en octubre pasado.
Marta Carnicero, en Barcelona en octubre pasado. VICENS GIMÉNEZ

Esta primera novela de  Martha Carnicero (Barcelona, 1974), ingeniera industrial de la que no conocíamos ninguna obra literaria previa, tiene el encanto y la frescura de las primeras obras. Es decir: una escritura siempre alerta a su propia intuición y al placer del descubrimiento de sus posibilidades. Pero maticemos: primera novela no quiere decir novela primeriza, y en El cielo según Google,escrita en catalán y traducida con precisión por Pablo Martín Sánchez, uno advierte la posesión de un idioma flexible y un deslumbrante uso del matiz. Una escritura propia. Una sabiduría asordinada que promete enormes resultados en el futuro.

El cielo según Google es una nouvelle en la que poco o nada sobra y que maneja con agilidad, en capítulos breves, los cambios de perspectiva temporal y de voz narradora. Se nos cuentan dos historias entrelazadas, o mejor dicho, dos momentos especulares de una misma historia. La pareja formada por Júlia y Marcel se desmorona cuando adoptan a la pequeña Naïma. Dos actitudes enfrentadas de la vida, digamos una celebratoria y otra judicial, lo que también equivale a decir una disociada de su cotidianidad y otra cargada de responsabilidades, ambas pertinentes, entran en conflicto. A su vez, años más tarde Naïma, convertida en una joven de veintitantos, asiste a los últimos días de Marcel, padre que supuestamente la abandonó, mientras ella misma, con una niña adoptada, asiste al final de su relación de pareja.

Parejas, transeúntes

Los elementos que pone en juego El cielo según Google son sencillos y universales: las ganas de ser feliz, casi la prisa, y los lazos de arrinconamiento, odio, lástima, gozo y ternura que tejen las relaciones de pareja. No es exagerado decir que Carnicero maneja el detalle significativo con una maestría poco común en las letras peninsulares (por ejemplo, en los sutiles ejemplos de vulnerabilidad que distancian a las parejas: ese cabello aplastado de quien sale a la calle sin ducharse, como si tal cosa…). Porque Carnicero posee, como he dicho antes, una inteligencia que le permite extraer de un tema acotado todas sus posibilidades. Así, El cielo según Google, en poco más de 130 páginas, realiza una completa disección de la pareja a comienzos del siglo XXI: de la crianza, la maternidad, la adopción, el secreto, la mentira, los celos, el resentimiento y, por repetirlo, del abismo que se abre entre el estricto sentido de la justicia de la víctima y el inconsciente principio de placer que nutre la vida.

En sus mejores momentos, Carnicero se maneja con la objetividad de un clásico, una distancia a la vez despiadada y empática en la que cada personaje tiene sus razones: y uno se acuerda de la escritura contenida de algunas piezas largas de Alice Munro o de los inclementes análisis de Uniones, de Musil. En los momentos menos logrados, por ejemplo en la necesidad de rematar en las páginas finales, narradas por Naïma, una historia que ya ha explotado ante los ojos del lector, la narradora moraliza y señala una interpretación optimista al libro. No obstante, estas pequeñas indicaciones no restan valor a un libro que sabe disimular su complejidad y la enorme ambición de narrar el amor en pareja en sus muchas perspectivas. Y como en las mejores nouvelles, aunque las piezas que arman la tragedia se despachan en unas pocas páginas, el poso, la emoción remanente, ya no nos suelta.

El cielo según Google. Marta Carnicero. Traducción de Pablo Martín Sánchez. Acantilado, 2018. 144 páginas. 14 euros.

 

«Intérprete del dolor», de Jhumpa Lahiri.

Jhumpa Lahiri (Londres, 1967) asegura no leer jamás lo que se escribe sobre ella, limita sus apariciones en público e intenta viajar siempre con su familia. La severa melancolía que desprende esta hermosa mujer de ojos verdes solo se suaviza cuando habla de sus dos hijos o de Roma, la ciudad donde ahora vive. Hija de universitarios de Calcuta, Lahiri llegó a Estados Unidos cuando tenía dos años. Aunque las primeras palabras que escuchó y las primeras que dijo fueron en bengalí, aprendió a leer en inglés. Atrapada entre el deseo de no dar la espalda al mundo de sus padres y el anhelo de sentirse una más en Estados Unidos, Lahiri creció con la desazón de sentirse o una traidora o una intrusa. El desarraigo, la búsqueda de identidad y la soledad son el trasfondo de su obra, que ha convertido en best-seller las experiencias de la primera y segunda generación de bengalíes en EEUU. Con los relatos de su primer libro, Intérprete de emociones (1999), obtuvo el premio Pulitzer, la más alta distinción americana a una obra en inglés. Pero cuando nació su primer hijo, le habló en bengalí. El cerebro de Lahiri podía ser estadounidense; su corazón era indio. De la punzante conciencia de no pertenecer a ningún lugar nacieron sus siguientes libros: El buen nombre (2003), Tierra desacostumbrada (2008) y su última novela, La hondonada (2014 Salamandra).

Tanto en los cuentos de hadas como en gran parte de la literatura clásica, cuando una pareja se casa, cesan los obstáculos como por un toque de varita mágica y la novela llega a su fin. En la ficción contemporánea, los problemas empiezan en el momento en que una pareja inicia su convivencia. De esto hablan los nueve magníficos cuentos que componen Intérprete del dolor, de Jhumpa Lahiri.

 

Lo que dificulta la relación entre los protagonistas son las divergencias culturales. En el universo de Lahiri, escritora estadounidense de origen indio, caben hindúes, musulmanes y cristianos indios, además de estadounidenses de diversos bagajes culturales y religiosos. Esa es la principal razón por la que las relaciones amorosas resultan ser poco menos que explosivas.

El mejor cuento en mi opinión es el que presta el título a la colección. Habla de la joven señora Das, de vacaciones en India con su marido, ambos nacidos en Estados Unidos de padres indios. El matrimonio con hijos pequeños contrata a un guía, el señor Kapasi, para que los lleve a visitar el templo del Sol de Konarak. El viaje es largo, el chófer indio tiene tiempo de observar que la relación del matrimonio está bastante gastada, de modo que se siente libre de desear un vínculo, aunque fuera solamente epistolar, con la chica. Le cuenta que su profesión habitual es la de traductor para un médico rural que desconoce la lengua local, y por ello se siente como un intérprete entre naciones y culturas. En un arrebato de confianza, la muchacha confiesa que su hijo menor es fruto de su breve relación con otro hombre. El chófer juzga a la chica según la escala de valores de India: como una persona cínica y cruel. Su sueño de tierna amistad queda roto en pedazos y la muchacha no entiende el brusco cambio de su interlocutor.

En el universo de Lahiri las personas no se comprenden por más que hablen el mismo idioma porque las diferencias culturales las separan de un modo definitivo.

Algo parecido ocurre con otros protagonistas de ese volumen: Shoba y Shukumar solo se entienden en las noches que hay cortes de luz, cuando, como unos extraños en un restaurante, comparten confidencias a la luz de una vela. En otro cuento, Sanjeev, un científico metódico y “un pequeño hindú”, según se burla su pareja, Twinkie, no puede comprender que ésta ha infundido alma a unas estatuillas cristianas que encuentra en su nueva casa y que él juzga de una cursilería insoportable. Las parejas de Lahiri no funcionan porque no se entienden; solo la profunda ternura puede ocasionalmente salvar sus relaciones.

Con toda la razón, Lahiri obtuvo el Premio Pulitzer por esta ópera prima. Sus narraciones frescas y a la vez profundas, que evocan el vigor de los cuentos de Katherine Mansfield y recuerdan la enorme energía innovadora que poseen las obras de otros narradores indios de expresión inglesa —Zia Haider Rahman, Arundhati Roy y Salman Rushdie—, se sitúan entre la mejor obra de ficción de la autora. Además, este es sin duda uno de los libros de ficción que con más finas pinceladas ha sabido retratar el complejo universo de las relaciones amorosas entre extranjeros de diferentes culturas, etnias, religiones e idiomas.

 

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La entusiasta acogida que el público lector hispanohablante ha deparado a las dos últimas novelas de Jhumpa Lahiri —Tierra desacostumbrada y La hondonada— ha hecho indispensable la reedición de su ópera prima, con la que la escritora indo-norteamericana inició su fulgurante trayectoria literaria. Con apenas treinta y dos años, esta joven estadounidense de ascendencia bengalí obtuvo nada menos que el Premio Pulitzer y se ganó el elogio unánime de la crítica y los lectores con su prosa diáfana y precisa como un bisturí.

Los nueve relatos que componen este libro revelan la maestría de Lahiri para trazar una compleja cartografía emocional, la de una serie de personajes que en su búsqueda de la felicidad traspasan fronteras geográficas, culturales y generacionales. Ambientadas tanto en la India como en Estados Unidos, estas historias despliegan la riqueza y la profundidad de la mirada de Lahiri, capaz de detectar los más sutiles conflictos en las relaciones humanas y plasmarlos con una delicadeza incisiva y conmovedora. Nadie que, por cualquier motivo imaginable, se haya sentido alguna vez en su vida extraño y alienado del mundo podrá evitar darse por aludido en estos relatos.

Así pues, en estas páginas soberbias, Jhumpa Lahiri plasma un complejo tapiz de emociones y desasosiegos, una incursión a la intimidad de las personas que, indefectiblemente, resulta cautivadora por su belleza, su poder de evocación y la perennidad de su discurso.

 

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Compilación realizada por Lorena López, escritora, traductora, biblioterapeuta, consultante en Feng Shui y terapeuta en Eft (técnicas de liberación emocional). 

«NEURO TUITS EN PILDORAS DE 140 CARACTERES» de Eduardo Calixto.

Eduardo Calixto González, médico, académico e investigador en el campo de las neurociencias, decidió hacer un ejercicio: escribir acerca de los avances más recientes de la ciencia en el cerebro, un tuit por cada hallazgo novedoso recién publicado. El objetivo era formar una comunidad plural que pudiera comentar, preguntar y debatir cada concepto. La respuesta fue inmediata, los seguidores de la cuenta fueron aumentando. En dos años, el proceso ha demostrado que en México sí leemos, y que esta labor en las redes sociales puede ayudar a comprender muchos temas, entre ellos el funcionamiento del cerebro en la vida cotidiana. La fórmula es simple: un concepto pequeño, de fácil lectura, que se aplica rutinariamente y que nos hace entender el porqué de nuestras conductas.

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Eduardo Calixto González nació en la Ciudad de México en 1969. Médico cirujano y doctor en Neurociencias por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizó posdoctorado en Fisiología Cerebral en la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos.

Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), investigador y jefe del Departamento de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz” de la Secretaría de Salud, además de docente de las facultades de Medicina y Psicología de la UNAM, y miembro activo de la Society for Neuroscience y de la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas.

Estudia los procesos neuronales, así como la recuperación funcional neuronal en el cerebro ante daños cerebrales por traumatismos o cambios metabólicos. Es autor de 23 publicaciones científicas en revistas internacionales especializadas en Neurociencias y de los libros Neurotuits y Un clavado a tu cerebro (Aguilar, 2017).

 

 

Compilación realizada por Lorena López, escritora, traductora, biblioterapeuta, consultante en Feng Shui y terapeuta en Eft (técnicas de liberación emocional).